Tras una larga temporada sin sufrir los estragos de la gripe, este invierno estamos padeciendo una epidemia bastante severa en la que los casos de gripe superan incluso los de COVID, con la consiguiente presión hospitalaria.
Con la aparición del COVID, hace ya 3 años, aumentó de forma significativa la preocupación de muchas personas por mejorar y potenciar su inmunidad, volviendo la vista a los productos naturales con eficacia demostrada sobre el sistema inmunitario.
En este sentido, desde SOLCHEM ya informamos de la importancia de la suplementación con vitamina D para mejorar la función inmunológica del cuerpo humano, siendo además una forma conveniente de prevenir la infección de la gripe.
La vitamina D presenta diferentes mecanismos de acción para reducir tanto el proceso infeccioso como la sintomatología gripal, entre los que destaca la inducción de catelicidinas y defensinas que reducen la tasa de replicación viral, la reducción de las concentraciones de citoquinas proinflamatorias, que producen la inflamación que daña el revestimiento de los pulmones, y el aumento de las concentraciones de citoquinas antiinflamatorias.
Un dato que apoya el uso de vitamina D como refuerzo del sistema inmunitario es el resultado de un meta-análisis realizado con 10 ensayos clínicos que incluyeron un total de 4859 personas que consumieron vitamina D para la prevención de la gripe. El resultado del meta-análisis fue que existe una relación causa-efecto positiva, por lo que concluye que el consumo de suplementos con vitamina D puede ayudar a prevenir el impacto de la gripe sobre la población.
Además, hay que recordar que la gripe es una enfermedad estacional con mayor frecuencia en invierno en el hemisferio norte, momento en que las concentraciones de vitamina D son más bajas por la reducción de las horas de sol y la exposición solar.
Para reducir el riesgo de infección, se recomienda que las personas de grupos de riesgo consideren tomar vitamina D3 durante algunas semanas para aumentar rápidamente las concentraciones en sangre.
No obstante, tan importante es consumir vitamina D, como la forma en la que se consume.
La vitamina D es un lípido cuya biodisponibilidad está sometida a los mismos procesos de absorción que el resto de los componentes lipídicos de nuestra dieta, por ello la forma más habitual es consumirla en forma de perlas o gotas y tomarla junto alimentos ricos en grasas.
Sin embargo, cuando lo que se desea es tener un aumento de vitamina D lo más rápidamente posible, el consumo de vitamina D a nivel oral mediante microemulsión ha demostrado ser la forma más eficaz. A esto hay que añadir que la administración oral de la vitamina D microemulsionada representa un claro beneficio para las personas con problemas de malabsorción intestinal, en las que este problema dificulta que puedan presentar concentraciones óptimas de vitamina D en sangre.
SunD3 es una forma de administración de vitamina D3 microemulsionada, en la que cada pulsación del spray suministra 50 mcg de vitamina D3 (2000 IU) de rápida absorción por la mucosa bucal.